Una pareja se interesa en una terapia cuando considera que su matrimonio se encuentra en riesgo, existen problemas y tienen la intención de arreglarlos.La terapia marital tiene que identificar esas variables que contribuyen en el desarrollo de un conflicto y cuáles de ellas pueden ser modificadas con el fin de solucionar los problemas. Al realizar una buena evaluación del problema de pareja se puede realizar una intervención eficaz.
En
conflicto puede tener diferentes definiciones, 1) las dos personas tienen metas
incompatibles; y 2), la consecución de las metas del uno interfiere con la
obtención de las metas del otro. Un componente que interviene en el desarrollo
de un conflicto es la satisfacción marital y otros trastornos como
drogadicción, trastornos de personalidad, depresión, etc. (Parra, 2007)
LOS DIFERENTES CONFLICTOS.
LOS DIFERENTES CONFLICTOS.
Los
objetivos generales de la terapia de pareja son: a) aumentar la interacción
positiva mutua, b) disminuir los intercambios negativos, y c) proporcionar a
las parejas estrategias para solucionar futuros problemas de la relación
(Bornstein & Bornstein, 1986, citado por Carlen, Kazansew y López, 2009),
para lograr establecer una buena intervención que logre ayudar a las parejas es
importante realizar una evaluación asertiva.
La Evaluación
Existen
diferentes modelos para abordar la terapia de pareja, como la psicoterapia,
sistémica, etc. en este caso abordaremos la terapia cognitiva-conductual.
Parra
(2007) indica que el modelo cognitivo-conductual aborda a los dos miembros de
la pareja, su interacción diádica y su interacción con su ambiente.
En
el área conductual Baucom y Esptein (1990, citado por Parra, 2007), indican que
es parte de la tarea del terapeuta identificar las conductas importantes y sus
consecuencias que provocan el estrés en la pareja y proponen 4 fases en esta
valoración: primero, la historia marital; segundo, identificar las fortalezas y
problemas actuales; tercero, enseñar cómo comunicarse, y cuarto, los clínicos
mantienen una discusión con la pareja y posteriormente dan una
retroalimentación con respecto al problema identificado y a la intervención a
implementar. Se enfoca en los procesos adaptativos de los cónyuges, y se crearon contratos de contingencias para aumentar la satisfacción en la relación.
García
(2002) identifica como componentes conductuales en el conflicto la reciprocidad
negativa y problemas de comunicación.
Para
evaluar las cogniciones Baucom y Esptein (1990, citado por Ditallia, 1998),
presentan una tipología de las cogniciones donde intervienen diferentes
parámetros durante los conflictos de pareja como son: atención selectiva,
inferencias, expectativas o predicciones, supuestos que involucra las creencias
de cada uno de los integrantes y las creencias de las familias de cada uno de los integrantes.
Parra (2007), menciona que Epstein y Edilson (1981) fueron los primeros directamente en evaluar las cogniciones en terapia de pareja con el Inventario de Creencias en la Relación. Encontraron que el estrés en la pareja era debido más a creencias destructivas o a negativismo que a la satisfacción marital.
Tanto
para el área conductual como la cognitiva existen diferentes instrumentos,
cuestionarios, etc. Por ejemplo, para la
evaluación en el área cognitiva está la Lista de Chequeo de Observación a la
Pareja (SOC, Weiss et al., 1973) que establece qué conductas ocurren y cuáles
no ocurren actualmente dentro de la relación. Así, compara las respuestas de la
esposa y el esposo y es posible clarificar las percepciones de los eventos que
han ocurrido (Parra, 2007)
García
(2002), menciona 7 áreas para evaluar que son: carácter, contexto social y
cultural, contrato, compromiso, cuidado, comunicación y capacidad para resolver
problemas.
Costa y Serrat (1998), en su libro sobre la Terapia de Parejas, establecen para la evaluación cognitiva conductual de relación de pareja, los siguientes niveles:
1. Identificación del problema
2. Medida y análisis funcional
3. Evaluación del proceso terapéutico
4. Evaluación de resultados
Identificación del problema. Para identificar el problema
normalmente se utiliza la entrevista inicial y los cuestionarios. Se recomiendo
que la entrevista no sea completamente abierta, sino que exista cierta
estructuración guiada al motivo de la consult,a o bien la recomendada por
Peterson en 1977 donde abordan 17 puntos diferentes que van desde cómo empezó
la relación, cambios, temas de conflicto, experiencias sexuales, etc. Existen
diferentes cuestionarios que pueden ser utilizados para abordar y profundizar
en las diferentes problemáticas como: Cuestionario de áreas de
compatibilidad-incompatibilidad, cuestionario de intercambio de conductas en la
pareja, cuestionario de actividades de ocio en la pareja, diferencial
semántico, escala de ajuste marital, marital precounseling inventory, área of
change scale, potencial problema área checklist Weiss, Hops and Patterson,
entre otros.
Medida de análisis funcional. En esta etapa es importante utiliza
autorregistros y observaciones. Las observaciones pueden ser controladas o no.
En este punto es importante observar conductas como actitud segura, insegura,
emociones, contacto visual, análisis y solución de problemas, descripción de
los problemas, sus habilidades de comunicación, etc. Los autorregistros
dependen de la problemática que el terapeuta desee profundizar.
Evaluación del proceso terapéutico. Este es un proceso continuo con el fin
de poder asegurar el éxito de la intervención, en caso contrario se puede
cambiar la hipótesis, estrategias, etc. así también tiene como objetivo la
validación de los datos o bien añadir o disminuir objetivos.
Evaluación de resultados. Es al final de la intervención y se
observan los objetivos conseguidos.
Ejemplo de Instrumento en la Evaluación.
Cuestionario de áreas de compatibilidad-incompatibilidad (Carmen Serrat, 1980)
Se sugiere tambien el apoyo de un psicólogo especializado.
Ejemplo de Instrumento en la Evaluación.
Cuestionario de áreas de compatibilidad-incompatibilidad (Carmen Serrat, 1980)
Con el cuestionario que te presentamos a continuación se
pretende que reflexiones sobre tu relación de pareja.
Te ayudará a describir los problemas con tu pareja de una
forma más objetiva y concreta, en términos de los comportamientos o áreas de
comportamiento en las que tenéis problemas.
Por favor, valora cada uno de los aspectos de tu relación de
pareja que figuran a continuación eligiendo la frase que mejor define tu
satisfacción.
Si no deseas imprimir el cuestionario, escribe en un papel
el número que precede a cada aspecto y escribe a continuación la letra a), b),
c) o d) según sea la frase que mejor define tu situación.
a)- No supone un problema. b)- Tenemos problemas con
frecuencia pero los resolvemos. c)- Tenemos problemas con frecuencia, pero no
encontramos una solución y discutimos. d)- Tenemos problemas con frecuencia,
pero difícilmente hablamos de ello.
1.- Finanzas y economía:
2.- Comidas:
3.- Compras:
4.-
Transporte:
5.- Trabajo de Él:
6.- Trabajo de Ella:
7.- Cuidado de los hijos:
8.- Tareas domésticas:
9.- Quehaceres familiares:
10.- Tiempo de ocio y
entretenimiento de los hijos:
11.- Tiempo de ocio y entretenimiento de la
familia:
12.- Tiempo de ocio y entretenimiento de los adultos:
13.- Amistades:
14.- Relaciones sociales de compromiso:
15.- Religión:
16.- Educación de los
hijos:
17.- Valores y criterios morales:
18.- Lo social:
19.- La
política:
20.- Intereses culturales:
21.- Puntos de vista conservadores
actuales:
22.- Filosofía de la vida:
23.- Relaciones sexuales:
24.- Control de
natalidad:
25.- Celos:
26.- Relaciones extra-matrimoniales:
27.- Demostraciones
de afecto:
28.- Apariencia personal:
29.- Cuidado físico:
30.- Hábitos
personales:
31.- Salud:
32.- Diferencias de temperamento y personalidad:
33.-
Gustos:
34.- Hobbies:
35.- Relaciones con familiares próximos:
36.-
Independencia propia:
37.- Independencia del otro:
38.- Otros:
Resultados: ¿En qué eres compatible/incompatible con tu
pareja?
a)- No supone un problema. En las áreas en las que has
elegido esta opción existe compatibilidad o acuerdo.
b)- Tenemos problemas con frecuencia pero los
resolvemos.
Las áreas en las que has elegido esta opción son aquellas en
las que, cuando no estáis de acuerdo, tenéis, como pareja, la habilidad para la
resolución del problema.
c)- Tenemos problemas con frecuencia, pero no encontramos
una solución y discutimos.
Las áreas en las que has elegido esta opción son aquellas en
las que existe una clara incompatibilidad o desacuerdo manifiesto.
d)- Tenemos problemas con frecuencia, pero difícilmente
hablamos de ello.
Las áreas en las que has elegido esta opción son aquellas en
las que la conflictividad es tan alta que evitáis hablar de ello.
Te recomendamos…
1.- Elabora tres listas:
- Lista Opción b): Las áreas en las que tenéis problemas con
frecuencia pero los resolvéis. - Lista Opción c): Las áreas conflictivas por
las que discutís y no encontráis soluciones. - Lista Opción d): Áreas que son
tan problemáticas que es imposible incluso hablar de ellas.
2.- Empezar por trabajar conjuntamente por las áreas de la
Lista Opción c), buscando reducir la conflictividad. El objetivo es aumentar
las áreas positivas, empezando por lo más fácil.
3.- A continuación intentar la mejora de los aspectos de la
Lista Opción c) buscando soluciones tras las discusiones. Si lo conseguís
resultará menos complicado afrontar los problemas de difícil solución de la
última lista.
Se sugiere tambien el apoyo de un psicólogo especializado.
Referencias
Carlen,
A., Kasanzew, A., López. A. (2009). Tratamiento cognitivo conductual de los
celos en la pareja. Revista Electrónica de Psicología Iztacala 12(3). 173-186.
Costa, M.,
Serrat, C. (1998). Terapia de parejas. Madrid: Alianza Editorial. Pp. 46-71,
172-195.
Dattilio,
F., Goldfried, M. (1998). Case Studies in Couple and Family Therapy: Systemic
and Cognitive Perspectives. Guilford Press. New York, N.Y. Recuperado de: https://books.google.com.mx/books?id=sP3GOKEW9MwC&pg=PA37&lpg=PA37&dq=epstein,+baucom,+1993&source=bl&ots=XC80ntwzPD&sig=izR69ySmWd3GDYh0dnxTdlWJpOI&hl=es&sa=X&ei=uyddVYu-MsGEsAXY0YLgBA&ved=0CB8Q6AEwAA#v=onepage&q=epstein%2C%20baucom%2C%201993&f=false
García, J. A. (2002). La estructura de la pareja:
implicaciones para la terapia cognitivo conductual. Clínica y Salud, 13(1)
89-125. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=180618083004
Maureira,
F., (2011). Los cuatro componentes de la relación de pareja. Revista electrónica de psicología Iztacala.
14 (1). Recuperado de: http://www.iztacala.unam.mx/carreras/psicologia/psiclin/vol14num1/Vol14No1Art18.pdf
Parra, I.,
(2007). Evaluación del Conflicto de Pareja. Revista digital de psicología. 2(5).
88-122. Recuperado de: http://www.google.com.mx/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CBwQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.konradlorenz.edu.co%2Fimages%2Fpublicaciones%2Fsuma_digital_psicologia%2F5_evaluacion_del_conflicto_de_pareja_claudia_parra.pdf&ei=Ii9dVbLZOMyFsAWel4HADA&usg=AFQjCNFz9e1FJ_x0N2mzGzg4h9KKEQc6sA&bvm=bv.93756505,d.b2w
Pérez,
C., Ruiz, Ruth., Parra, C. (2014). Efecto de una intervención cognitivo
conductual en el conflicto marital por infidelidad. Psychologia. Avances de
la Disciplina, 8(2), 23-36.
Estimadas Nélida, Guadalupe y Gabriela; gusto en saludarlas por este medio!!
ResponderEliminarLe envío una felicitación por el trabajo que desarrollaron el cual literalmente, estará disponible para “todo el mundo”.
Por lo que es importante tomar en cuenta siempre algunos detalles que les comentaré en plataforma, pero nuevamente les envío una gran felicitación por su trabajo!!!
Gustavo Montalvo Martínez.